“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” se vuelve a escuchar luego de la cadena nacional. Los barrios comienzan a moverse. El Congreso es testigo de una nueva manifestación espontánea. ¿Somos territorios con historias, experiencias y luchas? ¿Cómo se encienden nuestros fuegos? ¿Qué es lo que nos mueve?
Hace un tiempo compañerxs que participaron de los acontecimientos del 2001 nos decían que siendo hijos de la generación del 70 volvimos a caer en el mismo error. Pensábamos que el 2001 iba a ser un punto de inflexión. Estábamos convencidos. Teníamos a gente rompiendo bancos. ¿Vos te imaginás a gente anciana rompiendo bancos? Ya está. La insubordinación no de los militantes sino de la señora de la esquina. Luego, la recuperación sistémica que siempre sobrevuela sobre lo vital. Ni bien asume Néstor Kirchner, en una entrevista con José Pablo Feinman, dice: “Nosotros venimos a hacer con este peronismo lo mismo que hizo Perón con los sindicatos, que es incorporarlos al Estado. Tenemos que incorporar a los piqueteros dentro del Estado”. Luego de la Masacre de Avellaneda, el Estado vislumbró quiénes eran los actores sociales con más capacidad de influencia en ese momento: Madres de Plaza de Mayo, Derechos Humanos, piqueteros. Recuperación sistémica. Todo dentro del Estado. Más de 20 años de progresismo institucional nos han oxidado y alejado de las calles en donde realmente se juega la partida. Ahora podemos ver el fracaso de las ilusiones progresistas que resultan una vuelta de tuerca de la derechización.
A despecho de progresistas y reformistas, seguimos sosteniendo que la democracia es la continuación de la dictadura por otros medios. Las distintas personificaciones del Capital se nos presentan con nuevas y renovadas esperanzas. El fascismo, el terrorismo de Estado, son parte integrante de este sistema, nunca desaparecen, solamente se agazapan y vuelven a saltar en los momentos necesarios. Parecido a otras veces, diferente de otras veces.
El Estado-Capital exige diferencias entre las fuerzas políticas instituidas para poder acentuar la lógica binarista, para poder renovar la fe en la República, en la democracia, en la institucionalización de la vida; exige diferencias para reforzar su orden, su paz, la paz de los negocios; exige diferencias para prolongar y perpetuar la miseria de una sociedad dividida entre los que dictan las órdenes y en quienes las obedecemos, entre los que incrementan su patrimonio y en quienes no llegamos a fin de mes, entre los opresores y los oprimidos.
Milei expresa la cara más obvia de la modernización capitalista. Esta modernización es parte de la necesidad expansiva del Capital para continuar reproduciéndose. La vida reducida a valores, cantidades, beneficios, ganancias, competencias, inversiones, productividad. Desde el momento en que renunciamos a cuestionar el capitalismo como una totalidad común a todas las variedades de regulación política, reduciendo la lucha a elegir entre distintas variantes de explotación, continuaremos recorriendo el camino de la derrota. De mal menor en mal menor llegamos a este presente distópico.
¿Cómo desmantelar la casa de los amos con las herramientas de los amos? La derrota se debe a una falta de imaginación, a una imposibilidad de pensar sin Estado y sin Capital. Aún no nos hemos desmarcado lo bastante del modo burgués de concebir las luchas y las rebeliones. Podríamos recuperar toda la energía creativa que alienamos en los representantes del Estado-Capital para crear nuevas formas comunitarias de vida.
No existen recetas civilizadas, pulcras, obedientes, ciudadanas escritas con las tibias tintas del hartazgo de la supervivencia. Existen plazas, asambleas, abrazos, cuidados, gritos, susurros, comunidades, cortes, piedras y fuegos que nos esperan.
Cobertura colectiva: La Obrera Colectivo Fotográfico + Aislamiento Represivo + Radio Zona Libre + La Chispa Prensa + Periódico Gatx Negrx
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Gatx Negrx 
Hola anónimx amigx Cómo siempre gran afinidad!!! Me gustaría añadir Pensar sin Estado no sería anhelar que no exista y entonces seremos felices. No se trata de resistir al capital y los horrores cómplices de las gestiones. Se trata de seguir el camino de la desobediencia a ello y construyendo los respectivos caminos , en los que aquí y ahora, se hacen sin Estado. No ignoramos que esas gestiones desesperan si seguimos a pesar de todo y que eso implica que hagan todo para ahogarnos. Pero aunque la represión la veamos en la calle, donde más apuestan es a dormirnos colonizados babeandonos por un dolar Descolonizarnos es la más importante apuesta. Apostar que nuestras crias adoren jugar en comunidad. Que si no podemos comprarles eso que piden, no lloremos ni nos disculpemos, no es eso lo que necesitan de nosotres. Dejar de creer que estamos seguros si pagamos una prepaga, si cada vez que tenemos un malestar vamos a una guardia a COMPRAR bienestar. Confiar que la receta de la abuela que estimula a hacerse cargo!!! Saluda la abuela Lucia ________________________________
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