Ejercer memoria

Intuimos que una atenta escucha de la época nos permite observar las falsas dicotomías y visibilizar que la democracia funciona como la continuación de la dictadura por otros medios.

Presentimos que una atenta escucha de la época nos convida memorias ingobernables que no se coagulan en la institucionalización de la vida.

Presagiamos que una atenta escucha de la época puede ofrecernos una apertura a sensibilidades que rechacen todas las variantes de las gobernanzas del mundo que nos llevan al colapso ecológico, económico, social y ético.

¿Qué memoria nos espera?

Nos posicionamos en contra de toda esa pestilencia liberal y neoconservadora y todos los microfascismos cotidianos que vuelven a presentar las doctrinas del libre mercado y la competencia como soluciones posibles. Milei llega a donde llega en un contexto democrático, de precarización laboral, economía ahogando los bolsillos y mucho descontento social con la continuidad de “siempre los mismos”, apropiándose de consignas como “el que se vayan todos” y del concepto “libertario”.

A pesar de que se escucha decir “Milei basura, vos sos la dictadura”, no podemos dejar de reconocer que la situación desesperante en la cual nos encontramos es el resultado de años y años de democracia capitalista. Con ella, toda actividad se encuentra reducida al interés privado, representado en el dinero y la mercancía.

9M: el día después

Pareciera que en tiempos atroces se ven más en foco los horizontes que nos vitalizan. Aun con contrariedades y fricciones, los feminismos siguen haciéndonos mover y mutar.

Ayer, 8M 2024, nos volvimos tsunami.

La agudización de las políticas de seguridad y su campaña militarizada de miedo, amedrentamientos y detenciones aleccionadoras generaron que, en algunos espacios, se dudara de la masividad de este 8M.

Grito urgente

5 años y 8 meses: la maquinaria estatal no pudo impedir que te encontremos.

15 años: ni jueces ni fiscales ni gobiernos constitucionales ni la “primavera de los derechos humanos”, resistencia como motor de lucha que abraza y camina junto a familiares y amigxs.

16 años: negarse a robar para la policía como acción que se convierte en un grito urgente, gobierne quien gobierne.

“En este barrio sucedió la desaparición forzada de Luciano Arruga”, reza uno de los carteles que se clavan en los postes de Lomas del Mirador. 15 años en que la urgencia de un grito sigue erosionando el óxido estatal: “la justicia delegó la investigación a la policía que denunciamos”. Un juego a conveniencia del Estado que no tiene nada de lúdico. Ya lo hemos escuchado: “no es fácil desaparecer a una persona. El Estado lo hace. Y para que pueda hacerlo es necesario que se ponga en marcha la máquina”.

En busca de perspectivas

Si hay algo que caracteriza a la clase desposeída moderna es la ausencia de perspectivas superadoras al proyecto civilizatorio de los Estados nacionales capitalistas. Ayer en el paro general convocado por la CGT se pudo apreciar, una vez más, la falta de independencia política de la clase trabajadora dominada por el Estado argentino.

Recordar: volver a pasar por el cuerpo

“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo” se vuelve a escuchar luego de la cadena nacional. Los barrios comienzan a moverse. El Congreso es testigo de una nueva manifestación espontánea. ¿Somos territorios con historias, experiencias y luchas? ¿Cómo se encienden nuestros fuegos? ¿Qué es lo que nos mueve?

Un 1984 particular

“Que tengas una Navidad y un fin de año en paz” es el final del mensaje que enuncia el Estado en estaciones de trenes, aplicaciones y páginas del Gobierno. Antes, leemos “El que corta, no cobra”. Ahora, escuchamos la cadena nacional del presidente electo democráticamente. Protocolo antipiquetes. DNU. Política del shock. Ajuste sobre la vida. Gobernar.

Votar o no votar, esa no es la cuestión

Solamente existe una certeza y es que, gane quien gane, el saqueo continuará. Sea con retórica liberal misógina y genocida o con perspectiva de género y extractivismo responsable, el ajuste, el despojo, la explotación, las desapariciones, los gatillos fáciles, los desalojos, la pobreza se profundizarán. Gane quien gane, será preciso redoblar y fortalecer el apoyo mutuo, la autodefensa y la movilización callejera.

¿Y si el remedio es peor que la enfermedad?

Qué difícil las alianzas entre diferencias… Qué difícil la posibilidad de escuchar o de decir aquello que incomoda… Qué difícil acompasar con algo que no nos gusta.. Qué difícil bajarse del explicar, del interpretar, del saber pleno, sin rajaduras… Qué difícil vivir cuando gobierna el miedo o la minimización del riesgo o el fanatismo o la idealización de personajes o la condena serial o…

El show debe continuar

El miedo a perder lo poco que tenemos pareciera convertir al capitalismo en un sistema inmune a la crítica. Puesto que la máquina capitalista no parece ser otra cosa que la forma más desarrollada del proceso social de vida, no hay modo alguno de sustraerse a la misma.

Lo vital no cabe en sus urnas

Promesas, pero el mar para Equinor.
Discursos, pero la semilla para Bayer.
Derechos, pero la montaña para Barrick.
Subsidios, pero el pan para Bioceres.
Elecciones, pero el agua para Mekorot.

Democracia: gobernantes y gobernados, sujetar lo vivo, convertir a la biosfera en una mercancía.

La vida se juega ahora

Escuchamos el detalle que se cuela por el cemento. Escuchamos los tenues vestigios de los cuerpos que nos susurran que otras maneras de vivir son posibles. Escuchamos esquirlas de esos vidrios destrozados por piedras que danzaron el algún otro tiempo. Escuchamos la insistente fractura vital del presente. A pesar de lo sugerente, preguntas –o provocaciones vitales– que entablan diálogo con la época: ¿hay que militar?, ¿hay que organizarse?, ¿hay que politizarse?, ¿hay que democratizarse?, ¿hay que ciudadanizarse?, ¿hay que civilizarse? ¿Hay que cambiar un gobierno o destruir el principio de gobierno, la política, el arte de gobernar, el mundo de opresores y oprimidos que nos llevó al colapso? ¿Habrá que desertar?